Mi trabajo consiste en crear webs para todo tipo de empresas. Para algunas de ellas es este su primer contacto con Internet, pero la gran mayoría ya dispone de web.
Cuando trato con el responsable de la web de una empresa una de mis primeras preguntas es: "¿Es rentable su web actual?"
La gran mayoría me responde que "ellos no venden nada por Internet".
Mi respuesta (siempre de forma educada) es: "Seguramente su departamento contable tampoco se encarga de la venta de los productos o servicios de su empresa y no por ello dejamos de controlar su rentabilidad".
Las empresas deberían tratar a su web igual que a cualquier otro departamento, bajo el prisma de la rentabilidad. Si existe una manera de definir a una web que verdaderamente me irrita es:
web presencial. No existen las webs presenciales, este término es totalmente incorrecto cuando hablamos de una web de una empresa.
Ninguna empresa está en Internet solo por el gusto de estar. Todas las empresas buscan un objetivo para su web. Algunas se conforman con mostrar sus productos, otras facilitan el acceso a información adicional, otras venden productos y/o servicios e incluso cada día hay más empresas que desarrollan toda su actividad comercial mediante su web.
Los objetivos pueden (y deben) ser medibles y cuantificables. No parece lógico marcarse objetivos que luego no podemos saber si se van a cumplir o no.
La misión de quienes creamos webs empresariales debe ser ayudar a las empresas a definir objetivos claros acerca de la estrategia de su web. Una vez definidos estos objetivos deberemos proporcionarles la manera de comprobar, medir y valorar si se están cumpliendo. Es en este momento cuando estamos dotando a las empresas de la información necesaria para comprobar que su web es realmente
rentable.